Las 18 alargadas islas que forman el archipiélago de las Feroe fueron, en su día, una gran meseta volcánica con un clima cálido y húmedo. Esta es la historia de cómo esa meseta, tras una serie de extruidas erupciones volcánicas, se convirtió en las islas puntiagudas separadas por grandes fiordos que conocemos en la actualidad.

Tomemos el archipiélago volcánico de las Islas Feroe como lo conocemos hoy en día. Si comparamos su vida con la vida del planeta Tierra, e imaginamos que la Tierra ha existido durante 24 horas, las Islas Feroe —con todos los cambios que ha sufrido— sólo existen desde hace 20 minutos.

Hace casi 60 millones de años, las Islas Feroe no estaban situadas en la latitud y la longitud donde las encontramos ahora, entre Islandia y Noruega; de hecho, no eran ni islas. Eran una meseta volcánica que formaba parte de Groenlandia y que estaba situada en la zona que en la actualidad ocupa España. Sobre esa joven meseta volcánica crecían grandes árboles, favore...


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