Los desiertos de Sonora son hogar de varios mitos: el de la frontera, el del forajido y el héroe, el de los western. Al hilo de películas como Río Grande, Viento negro o Sicario Manuel Llanes traza la imagen de los pobladores de Sonora en los ojos de sus vecinos del norte y el duelo de pistoleros como momento de revelación en Los detectives salvajes.

Fue Ismael quien me dijo, durante una de nuestras conversaciones, aquella frase de Hegel: «El único que puede mirar la muerte sin inmutarse es el Estado». Es decir, la verdad no nos hace libres, porque la mentira política se profiere para protegernos de lo más insoportable. ¿Quién que sea deforme puede soportar su imagen en el espejo? Y sin embargo de eso, de alusiones a hechos terribles, insoportables, está hecha con frecuencia la ficción, que para muchos solo existe para aliviar la existencia y hacerla más llevadera, a pesar de sus nexos históricos con el horror negado. Una ficción que está ahí para recordarnos los vínculos entre ...


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