Para mucha gente, el Mediterráneo es sinónimo de un paraíso de mar, sol y cielos azules. Pero al rascar la superficie del cliché turístico observamos que el Mediterráneo en el siglo XXI se ha convertido en una valla de alambre que separa el Norte y el Sur, donde se producen algunos de los mayores conflictos del mundo. El fotógrafo Mattia Insolera recorrió sus costas para retratar esta realidad.

Este proyecto tiene origen en un viaje abortado que dio lugar a muchos otros. En 2007, zarpé de Italia con un amigo que quería cruzar el Atlántico a vela. Tras dos semanas de navegación me di cuenta de que me interesaba más la vida en la costa que en alta mar, y bajé a tierra en el estrecho de Gibraltar, donde pude ver por primera vez un entorno verdaderamente mediterráneo, un mundo habitado por marineros y estibadores, contrabandistas y migrantes.

Durante los siguientes años, me dediqué a llevar adelante un proyecto fotográfico completo sobre la cultura mediterránea. Viví en B...


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