¿A qué suena un río? A su corriente, calmada o brava, claro. Pero también a todo lo que sucede a su alrededor. El Duero baila al ritmo de las lavanderas que en sus aguas frotaban la ropa y al son de los cencerros, las tablas, los tambores, las baquetas y las flautas. Rodrigo Jarabo, experto en folclore y músico de profesión, repasa el origen de esos sonidos y melodías que tienen al río como eje vertebrador.

«Me agradaba que aún quedaran hombres poco dispuestos a trocar su alma profunda por algún dispositivo automático que, al abolir el gesto de la lavandera, se llevaba también sus canciones, acabando, de golpe, con un folclore milenario.»
Alejo Carpentier, Los pasos perdidos

Dársena del Canal de Castilla en Valladolid. Las lavanderas con sus tablas de lavar aguardan ansiosas y alegres la aparición de las barcas para dedicar sus cantos a los barqueros. ¡Ya vienen!

La imagen parece arcaica pero nos la describía en persona una de las protagonistas. Po...


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