La primera viñeta de La Pesadilla de Obi, del dibujante ecuatoguineano Ramón Esono, es un primer plano fotográfico del dictador ecuatoriano Teodoro Obiang. En las viñetas que la siguen, esa cara se convierte en la caricatura grotesca del personaje que protagoniza el cómic satírico. La realidad fáctica se convierte en fábula y en parodia. Pero el poder absolutista no tiene sentido del humor. El 16 de septiembre de 2017, el autor fue detenido cuando salía de un restaurante de Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial. En un descarado montaje policial fue acusado de un delito de blanqueo y falsificación de dinero por las autoridades dictatoriales de su país. Pasó casi seis meses recluido en la cárcel de Black Beach, una de las más siniestras de África, que dirigió a finales de los años 70 el propio Obiang, antes de derrocar en golpe de Estado a su tío, Francisco Macías, y de ejecutarlo.

Por suerte, Esono fue finalmente liberado por falta de pruebas. Durante los meses de reclusión...


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